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domingo, 8 de abril de 2012

Como un ciego



Entre sombras, pese al sol,
pese al día, a la luna.
Entre sombras como un ciego
Vacío como el cuenco de sus ojos
A tientas, sobre cuerdas que atraviesan
muro a muro las ciudades.
Como el cóndor, como el cuervo,
como el búho, como el tordo
Negrura infinita frente al cielo
Esteros incontables en el pecho
Agujeros perennes frente al tiempo.
¡Alma mía, cruz y espada!
Entre sombras escondidos los imperios
Entre oscuras sensaciones de naufragio
Pese al sol, a la luna, a la estrella
Sin tus labios, sin tu rostro,
tu perfume, tu mirada.
Hierro y polvo, alma mía,
entre sombras solo sientes
grito, risa, tierra y cal
arena, viento, olvido
Cimarrones en los campos,
osos, lobos, aves, jaulas
Sin tu aliento, triste alma,
cruz y espada, hierro y polvo
Oquedad, misterio y sombra,
a dos cortos pasos del abismo.
Entre sombras, solo sombras,
blanco espejo de los ciegos
luz que quema sin mirada
Como infierno, como hoguera
Como un beso que ha caído
ardiendo entre las llamas
Como nada… más que nada
Como océano sin mar
Como río sin su presa
Como ciego, alma mía
Espejismo de la vida
Testamento de tristeza.-

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