¡Desaparecieron!
Se escondieron en los poros de la luna.
Se fueron con la arena abrazadas por las olas.
Se colaron con las notas de la música,
se fugaron de las salas de conciertos.
Y tu estabas allí sentada en una piedra,
observando y escribiendo,
apuntando cada imagen y sustancia.
Nadie sería entonces desconocido o ignorado.
El amor por su peso de sonrisa y de nostalgia,
el cuerpo por su carne y por sus años.
Ahora… vacío,
exprimidos los sueños, tersos, inocuos,
no los veo ni los siento.
Se evadieron por los labios sucesivos,
se piraron por las líneas de unos senos.
Se mudaron en promesas corroídas,
se herrumbraron en el lodo de mis tiempos.
Y tu sigues allí, alma mía,
sentada en una piedra,
revestida de musgos,
sollozando y escribiendo.
Walter Faila
4 comentarios:
Y tu sigues allí, alma mía,
sentada en una piedra,
revestida de musgos,
sollozando y escribiendo
ES HERMOSA
UN BESOTE
JEM WONG
Walter pasa por mi blog a retirar tu premio
http://misspubis60.blogspot.com
besos, Rocío
Walter
Este es uno de los más lindos poemas que he leído... llega a mi alma con la intensidad de la más pura emoción!
Un beso
Maria Lua
"Y tu sigues allí, alma mía,
sentada en una piedra,
revestida de musgos,
sollozando y escribiendo."
Y... vuelvo a "mi" poema...
Bellísimo!
Besos, Walter
Maria Lua
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